viernes, 5 de abril de 2013

La importancia de las normas en los niños y niñas


Hola a tod@s!

desde el pasado mes estoy llevando a cabo una serie de charlas y talleres para los padres y madres de los alumnos y alumnas  de la Escuela Infantil l'Arbre Màgic de Moncofa, además de tener el placer de trabajar directamente con los niños y niñas del centro.

Poco a poco, y a través de éste blog, os iré dejando la información de los temas que vayamos tratando (o ya hayamos tratado como es el caso) en la escuela de padres y madres.

El primer taller lo realizamos a principios del mes de marzo y el tema a tratar fue la importancia de las normas en los niños y niñas.

A continuación os dejo parte del contenido del taller.

Espero que os guste y que os pueda ser útil. 

hasta pronto... :) 


La importancia de las normas en los niños y niñas

   La existencia de normas es muy importante para el adecuado desarrollo del niño/a. las normas ayudan a poner límites a los impulsos y comportamientos, así como a crear conductas sociales y saludables. Esto ayuda a aumentar el autocontrol de la persona.
Imponer unos límites claros y coherentes, aunque sea complicado e ingrato, es más que necesario. 


¿Qué son los límites?

Los límites son las prohibiciones que les ponemos a los niños. Son imprescindibles para su desarrollo y evolución, ya que les aportan seguridad y protección y además les ayudará a tener clara la reacción de sus progenitores ante ciertas situaciones en las que puede dudar.


Un sistema de normas estable le ayuda a saber predecir las consecuencias de su propia conducta. Le ofrece seguridad de saber a qué atenerse en cualquier momento. Los niños necesitan límites y normas claras, y se sienten más seguros y más cómodos interiormente cuando las tienen. 


¿Cómo deben de ser las normas?

- Claras: tiene que saber claramente lo que se espera de él. La norma debe establecer qué tiene que hacer, cuándo hacerlo, cómo hacerlo y qué consecuencias tendrá su cumplimiento o  incumplimiento y tenemos que asegurarnos de que las entienden.

- Aplicadas por padre y madre: tendrán que ser las mismas para ambos progenitores y consensuadas entre ellos, es decir, que si la madre aplica una norma, el padre no debe cambiarla ni obviarla y viceversa.

- Concretas: debemos seleccionar pocas normas pero necesarias, además tienen que ser razonables y fáciles de cumplir, ya que hay que tener en cuenta la edad del niño/a. No dar más de una orden a la vez.

- Coherentes: las normas se aplican a todos por igual, incluidos los padres. (ej.: no podemos pedir a nuestros hijos que no digan palabrotas si nosotros no somos capaces de evitar decirlas, al menos, delante de ellos).


A la hora de dar órdenes…

- Asegurarse de lo que queremos decir.
- Digamos, no preguntemos.
- Hagamos que sea fácil de cumplir.
- Asegurémonos de que nos escucha. Ponerse a su altura y mirarle a los ojos.
- Eliminar distracciones a la hora de dar la orden.
- Asegurarse de que ha entendido lo que le hemos ordenado.
- El tiempo que dispone para realizar la tarea.
- Desaprobar la conducta, no al niño/a.
- Acentuar lo positivo.
- Le damos la opción de hacer lo que le pedimos con él o ella.

Además de lo citado anteriormente, hay otra serie de condiciones para el éxito del funcionamiento de las normas:

- Existencia de un buen clima familiar, de afecto y cariño.
- Los padres han de estar convencidos de lo que se exige.
- Es normal que el niño quiera probar, con su actitud y con su conducta, hasta dónde puede llegar y cuál es la reacción de los padres si se sobrepasa el límite marcado.
- Adaptar las normas a la situación, al momento y edad concreta del niño. 

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